Al empezar un negocio, son muchos los asuntos de los que como emprendedor debes encargarte por tu propia cuenta, algunos más importantes que otros y otros más por fuera de tu conocimiento; este puede ser el caso de la creación de tu marca, por eso a continuación conocerás por qué es un factor determinante para el éxito de cualquier empresa y es la importancia de encargárselo a un experto.
Detrás de todo producto exitoso hay una marca.
La marca es la identidad de tu negocio, no es simplemente un logotipo y un nombre, sino un conjunto de elementos gráficos y discursivos cuyo objetivo es presentar y comunicar tus productos o servicios de la forma más atrayente al público (la clave está en ser diferentes, muy visuales y claros con nuestra oferta de valor) para así lograr lo que debe ser tu objetivo principal como emprendedor, vender a pesar de la cantidad de opciones que tenga a su disposición en el basto mercado.
Un error común.
Hoy la mayoría de empresas se están enfocando exclusivamente en desarrollar una solución para una problemática, e independiente de la calidad de esta; no logran generar el impacto potencial que proyectaba su modelo de negocio, pues no están teniendo la visibilidad suficiente en el mercado, no comunican efectivamente las características más diferenciales de su producto o simplemente no transmiten confianza al público; por lo que finalmente desaparecen. Estos errores comunes son nada menos que el resultado de tener una marca débil o no tenerla definitivamente.
Las personas quieren vivir experiencias, no solo comprar cosas.
Cualquier empresa con un producto o servicio exitoso en el que puedas pensar ahora, tiene una marca llevada con mucho cuidado y estrategia; seguramente lo primero que se te vino en mente fue un elemento de la marca, ya sea un logo, el slogan o cómo luce un empaque. Y es justo esto lo que deben hacer los negocios, trascender la funcionalidad de lo que hacen, que es un factor determinante claro está, para empezar a vender ideas, creencias, experiencias, una actitud de cambio; al fin y al cabo es esto lo que por naturaleza se queda en las mentes de las personas, aquello que los hizo sentir diferentes, importantes y en confianza. Recuerda, a las personas nos gusta comprar que no que nos vendan.
Lo que verdaderamente importa.
Digamos que ya tienes un producto que funciona, creaste un jabón corporal que limpia muy bien y huele rico, todo el mundo debería comprarlo ¿no? Si no leíste el párrafo anterior creerás que sí, pero las personas buscan más que eso, recuerda “trascender la funcionalidad”: ¿su nombre es llamativo? ¿su empaque es biodegradable? ¿cuál es su impacto ambiental? ¿qué historia cuenta? ¿tiene algún propósito? y más preguntas que solo se responden desde la marca, haciendo que el comprador olvide incluso la única pregunta que creías relevante; el precio. No es lo mismo decir "Compra este jabón, limpia hasta el 99% de bacterias y huele a avena" a "Dale a tu cuerpo una experiencia de baño natural"
En resumen la creación de marca no debe ser opcional ni un paso eventual de menos importancia, sino por el contrario un componente indispensable que se ejecuta de forma simultánea al desarrollo de tu negocio, que definirá su posicionamiento en el mercado, la diferenciación con la competencia y finalmente la decisión de compra; la verdadera misión de tu marca es aportar valor a la vida de las personas que gastarán dinero y tiempo en tus productos y servicios.
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